Según los cálculos de Federated Hermes, el protagonismo de los mercados emergentes en este tipo de colocaciones (verdes, sociales y sostenibles) está creciendo de forma llamativa en 2021. Las emisiones corporativas de países emergentes alcanzan los 51.000 millones de dólares en 2021, lo que supone prácticamente el 17% del total emitido, cuando de media, en los últimos años, su contribución a este mercado no ha superado el 6% o el 7%. Por lo tanto, los países emergentes están teniendo un brusco despertar a este mercado, y ya emiten a un ritmo superior al de las empresas de EEUU con grado de inversión.

Asia era el mayor emisor emergente en el pasado (91% de las emisiones de estos mercados en 2018), pero el peso de Latinoamérica se han ampliado mucho. Se observa crecimiento en Brasil, que en 2021 representa ya el 9% del volumen, frente a una media en los últimos años del 5%, y en México (éste se sitúa en el 5% en 2021, cuando antes representaba solo un 1%).

Si se consideran los datos correspondientes a los bonos sociales (que financian proyectos vinculados a la sanidad, servicios sociales, empleo…), se aprecia que, más allá de China, otros emergentes se sitúan entre los 10 primeros emisores: Corea del Sur fue el cuarto, y Chile y Guatemala noveno y décimo, respectivamente.

El sector financiero sigue siendo el dominante: el 40% de las colocaciones procede de él en 2021. Sin embargo, otros han crecido: el real estate; el consumo y la tecnología-medios.

A las emisiones por parte de empresas y entidades financieras se están sumando, progresivamente, las de los emisores soberanos emergentes. En julio, como ya fuera publicado en noticias de la plataforma, México colocó el que era su segundo bono sostenible, ligado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).