El pasado 21 de abril se anunció la creación de la nueva Alianza Bancaria Cero Neto (NZBA, por su sigla en inglés), liderada por la industria bancaria, convocada por la Organización de Naciones Unidas, y lanzada conjuntamente por la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Grupo de Trabajo de Servicios Financieros de la Iniciativa de Mercados Sostenibles. Esta Alianza se suma a la Carrera hacia el Cero de las Naciones Unidas y es la herramienta bancaria de la Alianza Financiera de Glasgow para las Cero Emisiones Netas (GFANZ por sus siglas en inglés).
GFANZ reúne a más de 160 empresas (responsables en conjunto de activos superiores a 70 billones de dólares) del sistema financiero con las principales iniciativas de cero emisiones netas para acelerar la transición al 2050. La misma buscará movilizar billones de dólares necesarios para construir una economía global de cero emisiones y cumplir los objetivos del Acuerdo de Paris. Además proporcionará un foro para la coordinación estratégica entre el liderazgo de las instituciones del sector financiero para acelerar la transición.
La Alianza Bancaria nuclea a 43 bancos de 23 países con 28,5 billones de dólares en activos. Estas entidades bancarias se comprometen a alinear sus carteras de préstamos e inversiones con las emisiones netas cero al 2050. Dentro de los 18 meses posteriores a su incorporación, los bancos establecerán metas al 2030 (o incluso antes) y una meta al 2050, con metas intermedias que se establecerán cada 5 años a partir de 2030 en adelante. Todos los objetivos se revisarán periódicamente para garantizar la coherencia con los avances científicos recientes (como se detalla en los informes de evaluación del IPCC). Los primeros objetivos de los bancos al 2030 se centrarán en los sectores prioritarios en los que los bancos pueden tener el impacto más significativo, es decir, los sectores más intensivos en GEI dentro de sus carteras.
La NZBA busca reforzar, acelerar y apoyar la implementación de estrategias de descarbonización, proporcionando un marco y lineamientos internacionalmente consistentes, apoyados por el aprendizaje de instituciones pioneras. La iniciativa reconoce el papel vital de los bancos en el apoyo a la transición mundial de la economía real a las emisiones netas cero.