En 1985, el 57% de la isla indonesia de Sumatra, 25 millones de hectáreas (ha), estaba cubierta por bosque natural. Para 2016, ese número disminuyó a 11 millones de hectáreas, lo que equivale a una pérdida del 56% de la cubierta forestal de la isla.

La falta de trazabilidad sigue siendo un problema para las empresas que han asumido un compromiso de cero deforestación. Un reporte reciente de Eyes on the Forest alerta que las principales cuatro empresas de aceite de palma del sudeste asiático, Wlimar, Musim Mas, Golden Agri-Resources y Royal Golden Eagle, han comprado fruta fresca proveniente de fuentes inciertas. El informe indica que las compañías tienen políticas de auditoría laxas en materia de compras de fruta. Lo cierto es que los refinadores de aceite de palma aumentan su propio riesgo de reputación al aceptar materia prima de dudosa procedencia. La producción insostenible de aceite de palma puede aumentar las ganancias de los refinadores, pero los inversionistas enfrentan un riesgo financiero en caso de que dicho aceite de palma sea eliminado de los estados de resultados de estas empresas.